Malas noticias

Y mi hija de
nueve años escuchó algo de estas noticias y vino con su carita preocupada a
hacerme preguntas. Esas preguntas que nunca quisiéramos escuchar porque nos
recuerdan el mundo caído e imperfecto en que vivimos. Nos recuerdan que aunque
queramos, nuestros hijos no pueden vivir en una burbuja y están expuestos al
pecado y a sus consecuencias. Preguntas
para las que quisiéramos tener respuestas fáciles, pero no es así.
Me senté con ella
e hice lo único que podría darle una respuesta verdaderamente sabia y
tranquilizadora. Busqué la Palabra de Dios y le mostré el versículo en los
Salmos que durante tantos años ha dado paz a mi corazón en medio de muchas
tormentas de malas noticias.
“Ellos no tienen
miedo de malas noticias; confían plenamente en que el Señor los cuidará.”
Salmos 112:7
“¿Y quiénes son
ellos?”, le expliqué yo a mi hija. “El Salmo nos da la respuesta un poquito
antes: los justos (v. 4)”. ¿Quiénes son los justos? La misma Palabra nos da la definición: “sabemos
que una persona es declarada justa ante Dios por la fe en Jesucristo” (Gálatas
2:16).
Los que tenemos
fe en Jesucristo, no tenemos miedo de malas noticias porque confiamos
plenamente en que el Señor nos cuidará. El temor es un sentimiento humano, y es
válido, siempre y cuando no dejemos que este nos domine. Una mala noticia puede
hacer que nuestro corazón dé un vuelco y
sintamos esta sensación incómoda en el estómago. Pero es ahí donde la Palabra
de Dios, sus promesas, se vuelven vivas y eficaces, como dice en el libro de
Hebreos. Es ahí cuando recordamos que aunque la situación puede producir temor,
como “justos que hemos creído en Cristo”, no nos quedamos en el temor sino que
confiamos. Recordar el amor que Dios nos tiene, y que ha hecho evidente, tiene
que echar fuera el temor de nuestras vidas.
Una vida de temor
es una vida que no marca diferencia. Eso es lo que quiere el enemigo de
nuestras almas, que vivamos en temor, apocadas y aplastadas por las
circunstancias. Lamentablemente no puedo decirte que vivirás una vida exenta de
malas noticias, pero sí puedo decirte que al ser declarada “justa” delante de
Dios, al ser su hija por medio de la fe en Jesús “ustedes no recibieron un
espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta
como [hijas] y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»
Antes de sentarme
a escribir este artículo oré por todos aquellos ojos que lo van a leer, y le
pedí a Dios lo siguiente: “Padre, te pido por cada mujer u hombre que pueda
leer estas palabras. Si en el día de hoy llega a su vida alguna mala noticia,
no dejes que el miedo le abrume. Permite que su corazón tome aliento y confíe
en ti, en tu perfecto amor que echa fuera el temor, en tus promesas que nos
dicen que nuestras vidas están guardadas en la palma de tu mano. Líbranos de
caer nuevamente en la esclavitud del miedo y recuérdanos que en todo momento
podemos clamar ‘¡Padre, papá, papito, ayúdanos!’. Te lo pido en el nombre de
Jesús, amén”.
Dios diseñó para
nosotros una vida libre de temor, ¡vivámosla!
Wendy
Si este artículo te fue de bendición, ¿pudieras compartirlo con otros? ¡Gracias!
Wendy,
ResponderEliminarMuchas gracias por estas palabras tan refrescantes... Como tu dices las malas noticias y los temores de lo que le pueda pasar a nuestros seres queridos siempre esta latente, pero al mismo tiempo es aliviante sentir en nuestros corazones que Dios siempre esta presente y que aunque no estamos excentos ante cualquier infortunada situacion EL no nos abandona y nos reconforta.
Te envio un abrazo
Alexandra :)
Muy bueno tu articulo, Wendy de gran bendición.
ResponderEliminarKarla
Wow escribiste mis pensamientos, esa cita me ayudado en momentos sumamente dificiles... Gracias!
ResponderEliminarHay hermana no se inmagina como a tocado este msj mi corazonb y Dios me ha hablado atravez de El. Dios la siga bendiciendo y dándole mucha sabiduría en el conocimiento de su palabra.
ResponderEliminarD. G.
Gracias Wendy siempre llega la palabra del Señor en el momento preciso bendiciones.
ResponderEliminarM.L.
Wendy
ResponderEliminarBendita seas junto con todos los tuyos!
Gracias por ser portavoz de la buena noticia que marca la diferencia en nuestra vida:Cristo!!!! nuestra confianza, esperanza, paz y vida estan en Él....
Gracias por tu oración.
Amen, amen, amen.
Vicky-Guadalajara