Lo que dará éxito a tus días
¿Alguna vez has
tenido de esos días que cuando llegas al final dices: “¿y en qué se me fue el
tiempo?”? Es muy probable que sí. A todos nos pasa. Cuando somos muy jóvenes
pensamos que el tiempo es eterno y que tenemos toda la vida por delante, así
que no importa si malgastamos las horas. Luego, con el paso de los años, nos
vamos dando cuenta de que la vida no era tan larga como parecía, los días cada
vez nos resultan más cortos y por fin entendemos que las horas perdidas nunca
regresarán. El tiempo malgastado será eso, malgastado. Sin embargo, Dios quiere
que vivamos de manera diferente.
Propósito. Esa es la palabra que debe regir cada día. Cuando vivimos con propósito el tiempo no se malgasta, se invierte. ¿Qué es vivir con propósito? Para una hija de Dios un día se vive con propósito cuando lo hacemos para dar gloria a Dios y conscientes de que tenemos tiempo limitado y no lo malgastamos. Dios nos ha regalado una cantidad de días sobre la Tierra. Diferente para cada cual. Pero al igual que con los demás recursos que él pone en nuestras manos, espera que lo administremos bien. Me parece que Moisés, un hombre de Dios que vivió en una época donde no había el apuro ni el estrés del siglo 21, también luchaba con el asunto del tiempo. Tanto así que mira lo que escribió: “Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría” (salmos 90:12).
Hace unos días
leía 1 Corintios capítulo 9 en la Nueva Traducción Viviente y mira cómo dice el
versículo 26: “Por eso yo corro
cada paso con propósito. No sólo doy golpes al aire.”
Propósito. Esa es la palabra que debe regir cada día. Cuando vivimos con propósito el tiempo no se malgasta, se invierte. ¿Qué es vivir con propósito? Para una hija de Dios un día se vive con propósito cuando lo hacemos para dar gloria a Dios y conscientes de que tenemos tiempo limitado y no lo malgastamos. Dios nos ha regalado una cantidad de días sobre la Tierra. Diferente para cada cual. Pero al igual que con los demás recursos que él pone en nuestras manos, espera que lo administremos bien. Me parece que Moisés, un hombre de Dios que vivió en una época donde no había el apuro ni el estrés del siglo 21, también luchaba con el asunto del tiempo. Tanto así que mira lo que escribió: “Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría” (salmos 90:12).
Una persona sabia
es aquella que comprende la brevedad de la vida. Y si la comprende, entonces
hace todo lo que esté a su alcance para vivir cada día con propósito y no dando
golpes al aire, es decir, y no perdiendo el tiempo.
Pablo, cientos de
años después de Moisés, también nos dejó esta advertencia: “aprovechando al
máximo cada momento oportuno, porque los días son malos” (Efesios 5:16, NVI). Cada
día nos presenta oportunidades, depende de nosotros si las aprovechamos o las
dejamos pasar. Mi pastor ayer nos hacía reflexionar en esto usando las palabras
de Salomón en Eclesiastés 9:11. Sí, cada día trae oportunidades para todos,
pero si malgastamos el tiempo, la oportunidad pasará.
Amiga lectora,
hoy comenzamos una nueva semana de trabajo, de estudios, de luchas y afanes.
Cada día es un regalo de 24 horas que Dios nos presenta. Él es su autor, él
tiene planes que son de bien, para ti y para mí, pero lo que hagamos con esas
24 horas depende de nosotras. Quiero exhortarte a que, como Pablo, corras cada
día con propósito. Siéntate a solas con Dios, escúchale. Aunque tengas tu
propia agenda, permite que él te dirija y te indique qué quitar, qué añadir.
Vivir cada día con propósito, como dije al principio, es primero que nada, vivir
para darle gloria a Dios. ¿Qué quiere Dios que sea tu enfoque hoy? Muchas
situaciones se presentarán, pídele discernimiento para saber dónde detenerte y
dónde seguir.
Cada una de nosotras tiene una misión que cumplir en su vida con
Dios, en su familia, en su ministerio, donde sea que él te haya puesto. El enemigo tratará de desviarte, de entretenerte
e incluso de hacer que malgastes tus 24 horas. ¡Mantente alerta! Recuerda, la
vida en realidad no es tan larga como parece y es de sabios entender esto. Y sabio
también abrazar cada día y correrlo con los ojos puestos en Jesús. Si lo haces, independientemente de cuánto tiempo
vivas en este planeta, cada uno de ellos será especial incluso cuando se
presenten luchas, problemas y dificultades. La vida que Dios diseñó para ti
está llena de propósito, de fruto; es abundante, es plena. El diseño está a tu disposición,
¡tómalo y vívelo!
Wendy
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Dios te bendiga Wendy que bendición leer lo que escribes, ha sido alivio y animo a mi corazon y bueno ver un poco como he perdido mi valioso tiempo. Dtb
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