Cuando llegan las malas noticias
Hace un tiempo, mi hija que entonces
tenía nueve años, escuchó un comentario en la escuela sobre noticias horribles, y vino con su carita preocupada a
hacerme preguntas. Esas preguntas que nunca quisiéramos escuchar porque nos
recuerdan el mundo caído e imperfecto en que vivimos. Nos recuerdan que aunque
queramos, nuestros hijos no pueden vivir en una burbuja y están expuestos al
pecado y a sus consecuencias. Preguntas
para las que quisiéramos tener respuestas fáciles, pero no es así.
Muchas gracias por dejarme llegar hoy a tu buzón.
Bendiciones,
Wendy
Me
senté con ella e hice lo único que podría darle una respuesta verdaderamente
sabia y tranquilizadora...
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Muchas gracias por dejarme llegar hoy a tu buzón.
Bendiciones,
Wendy
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