Desafío a dar gracias, día 4
Los vendedores prometen ofertas que no son
reales.
Las dietas prometen hacer bajar libras
como por arte de magia, y no se cumple.
La televisión anuncia artículos que prometen ser “eternos”, “infalibles”, etc. Irreal.
La televisión anuncia artículos que prometen ser “eternos”, “infalibles”, etc. Irreal.
Los políticos prometen resolver todos los
problemas, cambiar lo que no funciona, y mucho más. Pasan los años y todo sigue
igual.
Los esposos se prometen fidelidad el día
de la boda, permanecer juntos en buenas y malas. Y después echan por tierra las
promesas al firmar un divorcio.
La lista pudiera continuar. Todos hemos recibido,
o hecho, promesas que no se han cumplido. Solo Dios es absolutamente fiel en
cumplir sus promesas, no importa qué esté sucediendo en este mundo caído y
corrupto. Y lo mejor es que él nos ha hecho partícipes de esas promesas:
¿Qué se supone entonces que hagamos con las promesas de Dios? Usarlas como usaríamos la garantía en una transacción financiera o comercial. Las promesas son la garantía que Dios nos da, su palabra de cumplir con su parte del pacto: de vida eterna, de protección, de provisión, de fortaleza, etc. Cuando oramos y usamos las promesas como esa garantía, estamos confiando en que Dios, que prometió, cumplirá, porque él es fiel. Y cuando confiamos en Dios, le agradamos.
Mediante su divino poder, Dios nos ha dado
todo lo que necesitamos
para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo
recibimos al llegar a conocer a aquel
que nos llamó por medio de su maravillosa
gloria y excelencia;
y debido a su gloria
y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas.
(2 Pedro 1:3-4)
¿Qué se supone entonces que hagamos con las promesas de Dios? Usarlas como usaríamos la garantía en una transacción financiera o comercial. Las promesas son la garantía que Dios nos da, su palabra de cumplir con su parte del pacto: de vida eterna, de protección, de provisión, de fortaleza, etc. Cuando oramos y usamos las promesas como esa garantía, estamos confiando en que Dios, que prometió, cumplirá, porque él es fiel. Y cuando confiamos en Dios, le agradamos.
¿Alguna vez habías pensado en darle gracias a Dios por sus promesas? ¿Qué tal si empezamos hoy?
Desafío para hoy: Dale gracias a Dios por tres promesas de su Palabra que tengan un significado especial para ti y anótalas en tu diario de gratitud.
Pasaje para memorizar: "Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección."(Salmos 91:4)
Wendy
En este enlace puedes descargar un documento para usar las promesas de Dios al orar.
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Hay tanto por que agradecer a nuestro Señor, que tenemos que hacerlo cada día, aun en las circunstancias difíciles. Gracias Wendy por ayudarnos a no olvidar ser agradecidas. Dios te bendiga y guarde!!
ResponderEliminarAsí es, tenemos que hacer de esto un estilo de vida. Bendiciones y gracias por comentar!
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