Cinco consejos para disfrutar una Navidad sin estrés
A pesar de ser un
tiempo tan hermoso, la Navidad a veces pareciera abrumarnos y estresarnos. No
sé si te ha sucedido alguna vez, pero a mí sí, y por eso quiero compartir hoy
contigo algunas ideas que me han ayudado con los años a hacer de la Navidad lo
que se supone que sea, un tiempo especial para celebrar a Jesús (por eso se
llama Navidad, porque viene de nacimiento) y para disfrutar con las personas
más importantes de nuestra vida. (Este artículo es parte del libro "El corazón de la Navidad.)
Tiempo: No hagas
compromisos que en lugar de causarte alegría te pongan estresada y por los que
luego te arrepientas. Planifica tu tiempo de modo que quede espacio para
“respirar”, es decir, que puedas dar lugar a lo que realmente sea prioritario.
Antes de decir “sí” a una invitación o tarea, considera la realidad de que el
día solo tiene 24 horas y si aquello con lo que te estás comprometiendo será al
final lo mejor para ti y tu familia.
Regalos: Navidad
es un tiempo de dar y compartir porque a fin de cuentas eso fue lo que hizo
Dios con nosotros. Sin embargo, no creo que sea sabio que nos llenemos de
deudas solo por dar regalos. No olvidemos que somos responsables de lo que Dios
pone en nuestras manos. Así que decide de antemano un presupuesto y cuántos
regalos puedes hacer con eso. Si eres creativa, usa tus dones en las
manualidades o quizá en la cocina elaborando galletas, pasteles o cualquier
otra golosina. Estos regalos llevarán además el sello de tus manos.
Eventos en casa:
Las reuniones familiares deben ser motivo de alegría y no una carga. No
obstante, a veces se nos vuelven más lo segundo que lo primero. ¡Pero podemos
cambiarlo! Por ejemplo, no dejes la limpieza para el mismo día de la
celebración. Hazlo antes y no te afanes demasiado… ¡cuando termine tendrás que
limpiar otra vez! Créeme que lo he puesto en práctica y me ayuda muchísimo.
Chequea los baños, el polvo, el orden, pero no olvides que tus invitados vienen
a disfrutar contigo no a hacer una inspección de salubridad. Prepara de
antemano lo que puedas y así aliviarás la carga. Algunos platos pueden
prepararse y luego solo dar los últimos toques el día de la cena o celebración.
Y, si te sientes cómoda con la idea, acepta la propuesta de los invitados
cuando te pidan contribuir al menú. Recuerda, se trata de compartir y disfrutar
juntos. Esa es la clave. Este tiempo nos da la oportunidad de hablar a otros,
de llevar esperanza y aliento. Para algunos la Navidad puede ser un poco triste
porque están lejos de su familia o porque han perdido seres queridos. Seamos un
regalo para ellos, compartamos la luz de Cristo y su amor. Ampliemos nuestra
mesa, siempre podemos invitar a alguien. ¡Eso también es Navidad!
Decoración: Usa
la decoración para alegrarte y no para abrumarte. Demasiados adornos implican
más trabajo. Cada quien sabe con qué puede lidiar, así que decide hasta dónde
llegarás sin sentir que es una carga. Y, una idea con respecto a esto, deja que
las decoraciones te ayuden a recordar tu enfoque (que será el próximo punto).
Si te gusta poner un árbol de Navidad, el verde nos puede recordar la esperanza
que nació en Belén, Jesús. El rojo de los adornos, su sangre para darnos
salvación. Y el dorado de las luces, que tenemos un Rey que nos ama y que
volverá por nosotros. Esto es muy bueno sobre todo con los niños.
Tu enfoque: Este
es el punto más importante. Decidamos desde el comienzo que estamos celebrando
a Jesús, de eso se trata. No dejemos que el ajetreo y las compras se roben el
centro del escenario. ¿Cómo? Seamos intencionales cada día. Aprovechemos para
adorarle con los bellos cantos Navideños. Escojamos lecturas que nos ayuden a
enfocarnos en lo que estamos celebrando.
Y fue por eso que escribí “El corazón de la Navidad” y que ya puedes adquirir en amazon. Está disponible en versión impresa e incluso puedes usarlo como regalo. Mi oración es que te ayude a cumplir este propósito de tener a Jesús en el centro, porque él es la Navidad. Y desde ya, ¡gracias por tu apoyo con este libro!
Y fue por eso que escribí “El corazón de la Navidad” y que ya puedes adquirir en amazon. Está disponible en versión impresa e incluso puedes usarlo como regalo. Mi oración es que te ayude a cumplir este propósito de tener a Jesús en el centro, porque él es la Navidad. Y desde ya, ¡gracias por tu apoyo con este libro!
Espero que estas ideas sean de bendición para cada una y que tengamos una Navidad mejor, sin estrés y enfocada en Jesús. Agradezco que si tienes otras ideas, las compartas en la sección de comentarios y así aprendemos juntas.
Bendiciones,
Wendy
Acabas de leer "Cinco consejos para disfrutar una Navidad sin estrés", ¡te invito a dejar tu comentario!
Muy buenos y prácticos consejos!! Gracias
ResponderEliminar